De
vez en cuando, a nuestro hotel para
perros en Tarragona llegan nuevos ‘huéspedes’ a los que sus dueños les han
puesto unos huesos en su ‘equipaje’, algo que, inmediatamente, les retiramos. A
pesar de esa imagen tradicional que asocia a los perros con los huesos, son
unos de los alimentos que más daño pueden causarles a nuestros fieles amigos.
Los huesos de ave, por empezar por los más dañinos, cuando el perro los
mastica, se rompen de forma que cada uno de los pedazos se convierte en una
astilla tan afilada como una aguja hipodérmica. Si el perro se traga uno o
varios de estos pedazos, a medida que descienden por el tubo digestivo, pueden
clavarse y rajarlo provocándole al pobre animal, además de un dolor terrible,
una hemorragia interna que puede ocasionarle, incluso, la muerte.
Por este motivo en los menús que preparamos en nuestro hotel para perros en Tarragona están completamente descartados los
huesos de ave en la dieta de nuestros huéspedes. Pero no son solamente los
huesos de ave los que son perjudiciales, también ocurre algo muy similar con
los huesos de cordero o de cerdo. Al romperse en pequeños fragmentos, su
sistema digestivo es incapaz de disolverlos, por lo que tienen que ser expulsados
con el resto de los desechos. Y es en el momento de la expulsión cuando llegan
las mayores dificultades debido al tamaño del orificio por el que deben salir.
Con otros huesos de mayor tamaño como pueden ser los de rodilla de vaca es
prácticamente imposible que se rompan en pedazos, sin embargo, su dureza
provoca un desgaste exagerado en sus dientes y que, cuando el perro se hace
mayor, puede causarle problemas para que
pueda comer tranquilamente su pienso.
Por estos motivos, desde Can Fauna
te recomendamos que elimines todo tipo de huesos de la dieta de tu perro.
El daño que los huesos causan a los perros
31/12/201531 de Diciembre de 2015
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